La carta de Víctor Valdés a Casillas… A veces, ¡qué grande es el fútbol!

La carta de Víctor Valdés a Iker Casillas

La carta de Víctor Valdés a Iker Casillas | Víctor Valdés, el que fuera portero del Fútbol Club Barcelona y de la Selección Española de Fútbol, sigue destacando por su sensibilidad, por sus dotes humanas, tanto como cuando era un futbolista de élite. Ha mandado una carta al que fue uno de sus rivales, y del que en una ocasión dijo que «fue el mejor», que se está recuperando de un infarto de miocardio que le ha postrado en cama y que, seguramente, le hará abandonar el fútbol. Detalles como este son los que nos hacen pensar que, a veces, ¡qué grande es el fútbol! Sobresaliente para Víctor Valdés

Se ha perdido un futbolista, pero se ha ganado a un gran tipo que es muy válido para la pedagogía del fútbol. Al dejar la gloria y pisar el suelo dijo: «Valoro lo que es volver a tocar monedas o lo que te costaba un simple billete de tranvía». Ahí queda…

Carta de Víctor Valdés a Iker Casillas

Querido Iker, Querido amigo.

En este mundo del fútbol, unos eligen ser portero, otros sin embargo deben aprender a serlo con sus defectos y sus virtudes.

Tú, eres y serás siempre de aquellos que nacen con un guante en cada palma de su mano, ese ídolo en el que residen las cualidades innatas que el resto deben alcanzar, esos ídolos en los que otros menos capacitados se fijan soñando que algún día puedan alzar, como tú, el trofeo que te reconoce como el mejor, nuestro campeón del mundo con el 1 a la espalda.

Eres, y por siempre serás la fuerza y la motivación de aquello que todo portero bajo palos sueña ser, alguien capaz de volar más alto y más largo que todos juntos a la vez, transformando lo impensable en posible, ejecutando a la perfección aquello por lo que suspiramos en cada acción cercana a nuestras redes, esa magnífica parada. Paradas que solo tú dominabas, en terrenos exclusivos para los elegidos , o a los que la «varita mágica» tocaba.

Amigo mío, es inevitable emocionarme al escribir estas líneas recordando lo vivido, admirando con cierta nostalgia aquellos grandes enfrentamientos en los que por supuesto tenerte delante me hacía valorar todo mucho más, y sin tú saberlo, por lo mucho que en cada entrenamiento juntos me aportabas. Todo un país por sus calles te aclamaba.

Tu corazón te reclama

Querido Iker, querido amigo, como porteros que somos aceptamos sin temor y con el valor que nos identifica, ese peligro que la vida decide traer cerca de nuestra área, y en esta ocasión es más que una simple parada. Tu corazón, ese que todavía sigue latiendo por el bien de aquellos que hoy sueñan con alcanzar lo que un día fuiste, te reclama, y yo como amigo y rival de épocas pasadas, te animo a que seas de nuevo ese león blanco pero esta vez, detrás de la línea de banda.

Es tu legado el que te define, y ese ya es histórico.

Siempre en mis pensamientos, de portero a portero.

La Doble.

V.V.