Trabajemos por el cambio… Deporte = Valores.
Fútbol ético | Consideramos que el fútbol, y el deporte en general, puede y debe ser, además de un medio de diversión, una herramienta importante para el desarrollo humano de los jóvenes y para la mejora de las relaciones humanas en la sociedad. En este sentido, solo deben tener cabida los valores y comportamientos que potencien lo mejor del ser humano. Por tanto, no debe aceptarse ninguna forma de violencia (física, verbal o psicológica) ni de fingimiento o engaño (no aceptamos que el fin de ganar justifique utilizar medio inmorales para ello), ni queremos que nuestros jugadores se vean sometidos a ningún tipo de presión por ganar.
Por supuesto, queremos fomentar en ellos el deseo de esforzarse en cada entrenamiento para superarse, para mejorar, pero siempre con la intención de divertirse y aprender, no con la necesidad imperiosa de ganar, pues sabemos que ganar y perder son partes imprescindibles de cualquier actividad deportiva y pueden depender a veces de factores muy pequeños. Lo importante es todo lo bueno que uno pone en cada entrenamiento y en cada partido, y el desarrollo humano y la diversión que se experimentan, no el marcador final. Si se gana, bien; si no se gana, también.
Ideas a desarrollar en cada partido disputado por nuestros equipos
Convencidos de los valores expuestos, queremos hacer público que pondremos en práctica las siguientes ideas. A desarrollar en cada partido disputado por nuestros equipos:
1. Antes del comienzo del partido. Lectura por parte de un jugador de un pequeño texto para invitar a los espectadores a colaborar en la creación de un ambiente cordial, de respeto y convivencia; así como a cuidar y mantener limpias las instalaciones. Esta iniciativa podría ser sustituida o combinada con mostrar, también antes de empezar, junto con el otro equipo y con los árbitros si lo desean, cartulinas que formen alguna palabra o brevísimo texto. Como ejemplos, las palabras “RESPETO”, “EDUCACIÓN” o “DEPORTIVIDAD”.
2. Ya durante el partido. Compromiso de ayudar al árbitro en la medida de lo posible. Así, en vez de solicitarle que tome decisiones equivocadas (montones de veces hemos visto por televisión cómo los jugadores piden que el árbitro les conceda un saque de banda, por ejemplo, cuando claramente han sido ellos los últimos en tocar el balón), los jugadores, entrenadores y delegados de nuestros equipos colaboraremos con el árbitro para que este tome las decisiones justas en función de lo que realmente ha ocurrido. Así, si sabemos que una decisión del árbitro es equivocada y nos favorece, hablaremos con él para que pueda rectificar. Es una buena manera de ayudar a los chavales a apreciar los valores del respeto, el honor y la deportividad.
3. Durante el partido. Avisaremos a las Fuerzas de Orden Público si algún espectador, tras ser avisado de que su actitud no era la correcta, persiste en un comportamiento irrespetuoso.
4. Con intención de desarrollar los valores que se han ido exponiendo, ofreceremos charlas y/o escritos formativos dirigidos a jugadores, entrenadores, familiares y resto de personal vinculado a nuestro club.
Nuestro deseo es que muchos más clubes se sumen. Y que podamos poco a poco hacer de nuestro deporte un verdadero referente educativo para los jóvenes; así como para la sociedad en general.
Foto: Sasint (Pixabay). Libre de derechos – Niños jugando a fútbol en Camboya.