Aficionados de Tánger saltaron las vallas del estadio mientras los seguidores del Sevilla hacían colas interminables para entrar al campo.
Supercopa de España en Tánger | La Supercopa de España se celebró el pasado domingo en Tánger (Marruecos). Por primera vez en esta competición se decidió a partido único en campo neutral. El resultado final fue Sevilla FC, 1 – FC Barcelona, 2.
Independientemente de lo deportivo, cabe destacar ciertas deficiencias a nivel de organización que debieron preverse por parte de la Real Federación española de Fútbol.
La falta de tornos, medios y vigilancia del estadio Ibn Battouta de la ciudad marroquí de Tánger pudieron desencadenar alguna incidencia de graves consecuencias.
Malestar de la afición del Sevilla
En el vídeo que acompaña a estas líneas puede verse como miles de aficionados del Sevilla FC guardan cola pacientemente mientras ven, indignados, como muchos aficionados locales saltaban los cordones de seguridad y las vallas para colarse en el estadio, ante la pasividad de la policía, que miraba hacia otro lado, según testigos presenciales.
El malestar de la afición del Sevilla era evidente. Sufrieron las molestias e inconvenientes que origina una deficiente organización que, entre otras cosas, sólo habilitó un acceso para que pasaran unos 10.000 aficionados.
Las redes sociales también se han hecho eco, se ha podido leer de todo:
“Esto ocurre por organizar eventos deportivos pensando solo en lo económico”.
“La policía de Tánger se puso las gafas de madera”.
“Seguimos sin entender como una Supercopa de España se ha realizado en Tánger. ¡Bravo!”.
“Lo han hecho pensando en dinero exclusivamente, está claro. Luego si hubiera sucedido una tragedia, a llorar”.
“Un sin sentido, esperemos que sea la primera y última vez”.
“Si nadie hubiese ido como medida de protesta, otro año no pasaría”.
“Vamos… ¡de vergüenza!”.
“Una vergüenza como si no hay en España estadios de fútbol para hacer una final”.
“Jamás entenderé esa decisión. ¿No hay estadios en España? Me da rabia porque conozco gente que son sevillistas y no han podido ir por no poder trasladarse. Y mirad que soy bética, pero aquí no caben los colores ni la rivalidad. Ha sido una cagada”.
“La impresión en el extranjero o en el mundo fue como si en España no hubieran campos de fútbol».